Desde la formación de Evanescence en el año 1995, pruebas de dramáticas y tumultuosas se dieron. Cambios en la alineación, romanticismo convertido en narcisismo y roces secretos con la depresión eran la norma para la vocalista Lee. Pero 17 años después, ahora de 30 años de edad, con la iluminación de una habitación de hotel de la ciudad de Sydney, con los ojos muy abiertos y gestos animados está fascinada con el nuevo Evanescence.
A lo muy Evanescence, el período previo a una pausa de cinco años fue tan publicitado, que ya era doloroso. El despido del guitarrista John LeCompt y la salida del baterísta Rocky Gray en 2007 condujo a que la pareja se reuniera con el ex integrante co-fundador Ben Moody para formar We Are The Fallen.
“Fue la decisión de ellos salir”, dice ella, antes de corregirse a sí misma. “Bueno, eso no es del todo cierto, fue sin duda la elección de Rocky. Ambos planificaron irse, sólo que no sabían que yo sabía.
“Fue un momento extraño, pero sé que, sin duda era lo que tenía que suceder … No quieres que obligarte a hacer algo que no estás realmente inspirado de hacer, porque eso trae todo abajo”.
Sin embargo, el mismo año que marcó el final de una era para la banda, provocó el comienzo de otra, aunque sea un capítulo totalmente sin relación de Lee. Su matrimonio con Josh Hartzler -un terapeuta que participa actualmente en una organización sin fines de lucro, que trata con el cuidado de personas de trafico sexual llamada Restore- y la desintegración de la banda le dio luz verde en la Calle Normal.
“Al principio quería sólo no trabajar”, dice Lee, desafiante, aplaudiendo sus manos sobre sus muslos. “Había estado trabajando por completo toda mi vida adulta y totalmente obsesionada y centrada peleando por Evanescence. Tenía que ser una persona normal y vivir en una casa e ir a hacer mi propias compras.”
Lee viviendo como ama de casa no podía ser un prevén más lejos del corsé, ojos de panda, idolatrando personajes de Pied Piper, y Lee no podía mantenerse alejada del estudio de su casa por mucho tiempo. Desde 2009 en adelante experimentó con nuevos estilos musicales e instrumentos (Lee, incluso tomó el arpa), pero no importa la cantidad de La Roux o MGMT que ingiriera, la salida fue siempre Evanescence por excelencia.
“Fue algo genial, porque me hizo darme cuenta de que esa soy yo, eso es lo que soy”, se encoge de hombros. “No tengo que cambiar todo para ser honesta conmigo misma en este punto en este momento porque he crecido mucho.” Irónicamente, una de las mayores quejas emitidas vocalmente por los miembros anteriores fue una de las primeras cosas que cambiaron con los nuevos miembros Will Hunt y Troy McLawhorn.
El tercer álbum del mismo nombre es el unico disco de Evanescence donde cada miembro da una mano al escribir su contenido. “Todos pudimos ir y decir ‘Bueno vamos a hacer esto, sentémonos con nuestros instrumentos y sólo hagamos musica’”. Un nuevo enfoque después de encontrar el éxito mundial en la escritura de los álbumes de uno y dos -ambos alcanzaron el puesto # 1 en los charts Billboard y ARIA- dejo a Lee comprensiblemente, pero en última instancia, innecesariamente nerviosa por el lanzamiento de un tercer álbum.
“Pensábamos ‘Hey, ha pasado mucho, la música ha cambiado, la industria ha cambiado’. Definitivamente no estamos anticipando ser #1 en los EE.UU.,” dice sonriendo. “Recuerdo que cuando sucedió tuve esta sensación de frío se apoderándose de mí, estaba como ‘Oooh si..’”, dijo Lee a hundiéndose en el sofá, casi reviviendo el momento. Y volver a vivir y festejar debería; Evanescence ha demostrado una y otra vez que a pesar de las tendencias de los consumidores hacia los ídolos imposibles y el bubblegum-pop, música que reflexiona acerca de los lados más oscuros a la vida y sus contrastes siguen siendo relevantes. Lee se adelantó el regreso a sí misma en el primer sencillo del disco ‘What You Want’ cantando, ‘Hola, hola me recuerdas. Soy todo lo que no puedes controlar.”
“Siempre hemos sido diferente a un montón de cosas mainstream que hay por ahí”, dice Lee. “Recuerdo que cuando estábamos recién saliendo se trataba de Britney Spears y Christina Aguilera, no siento que es completamente diferente en este punto. Supongo que hay un montón de música que simplemente no te atrae… Porque hay tanta música ahí fuera que es una mierda.
“Todavía hay elementos de [la muerte] en este caso. La muerte es siempre un tema, no es de un drama gótico que algunas personas interpretan que me inspira”, dice riendo. “Me gusta la idea de que la vida es mucho más grande que sólo este capítulo en la Tierra. Creo totalmente en la vida después de la muerte y creo totalmente en Dios y que somos pequeños.”
Desde hace mucho tiempo los fans dudosos ante la idea de un nuevo Evanescence se han calmado, los Perry Katy de esta década han sido silenciadas, por lo menos brevemente, e incluso a sí misma, Amy Lee ha dejado crecer su arte mientras sigue en pie la vigilia al sonido que, una vez tenía cero expectativas.