martes, 29 de noviembre de 2011

Amy Lee quería continuar sola, pero necesitaba a la banda para llevarse su dolor

Después de su formación en Arkansas a mediados de los noventa, los miembros de Evanescence observaron con asombro como su álbum debut del 2003 Fallen,  vendía 17 millones de copias a nivel mundial, gracias a la fuerza de los hits “Bring me to life” y “My Immortal”. Tres años después, el siguiente álbum “The Open Door” vendió otros cinco millones. Después de sobrellevar ese remolino, la líder de la banda Amy Lee necesitó un tiempo para evaluar la situación. “Quería hacer mi propia vida por un tiempo” dice Lee; “Quería alejarme de Evanescence y encontrarme a mí misma como adulta. Me había consumido el ser “la chica de Evanescence” por mucho tiempo.

 Eventualmente acabó escribiendo canciones y yendo al estudio, pero pronto se dio cuenta que faltaba algo: Evanescence. “Al principio era mucho solamente de mí, y había muchas cosas en las que había estado trabajando sola” dice Lee; “Pero llegué a un punto donde me di cuenta que ésto debía ser un esfuerzo de grupo, que necesitábamos sacar ésto adelante juntos.” Lee reunió a los guitarristas Terry Balsamo y Troy McLawhorn, al bajista Tim McCord y al baterista Will Hunt, e hicieron algo que Evanescence nunca había hecho antes: Escribieron juntos como banda. Potencialmente podía ser algo intimidante para un compositor que soliera escribir solo, pero la colaboración era suave y en el momento preciso. Esa es una de las grandes razones por las que al álbum se le puso simplemente “Evanescence”. “Esa fue la razón concluyente” dice ella; “Se trata de mi amor por ésto, de lo que significa para mi y de la lucha que a veces me significa. Es algo de lo que no puedo escapar.”


 ¿Por qué la banda se tomó un tiempo?
En el 2007 me casé y volví de inmediato directamente al tour The Open Door; pero cuando lo terminamos, yo quise intentar algo nuevo. Definitivamente necesitaba un tiempo. Estaba viviendo en Nueva York y empecé a tocar el arpa, a cocinar para mis amigos y a hacer amigos que no tenían que ver con mi trabajo; eso me mantuvo tranquila y aterrizada. Pero escribir música es en verdad una parte de mí, y comencé a hacerlo de nuevo, aunque no necesariamente para Evanescence. Lentamente eso se convirtió en este álbum, que es completamente Evanescence. El haber tenido la oportunidad de alejarme por un momento, me permitió explorar hacia nuevas direcciones y traer eso a nuestros nuevos sonidos.
¿Cómo sonaba sin la banda?
Simplemente había algo que no estaba bien. Estaba casi a medio camino decidiendo qué era lo que quería de este álbum; tenía un puñado de canciones y estaba muy emocionada. Era más etéreo, más de bases programadas, más sintético y frío; lo que aún sigue siendo parte de este álbum. Pero algo salía mal; no sonaba tan bien y yo no sabía por qué, fue difícil para mí. Ahora que ya ha pasado un año de eso, puedo mirar atrás y decir que estoy feliz de que haya pasado. Seguimos trabajando y mi mente se aclaró; ya sabía cuál era el siguiente paso que quería tomar, y era involucrar a la banda nuevamente. Me sentí bastante perdida por un momento, pero sabía que estábamos haciendo lo correcto, porque siguió mejorando con el tiempo.
 ¿Qué era lo que faltaba?

A la música le faltaba el dolor. Volver atrás y trabajar más fue complicado. En ese punto ya no había una gran lucha, así que finalmente encontré algo por lo cual lamentarme. Las canciones en esta grabación son de búsqueda y muy entrañables; son más profundas y complicadas. Eso fue en gran parte lo que completó las grabaciones y lo hizo tan genial y significativo para cada uno de nosotros. Era como que teníamos que pasar una etapa, y superarla.
¿Es necesario el dolor en este proceso?
Quiero decir que no, quiero creer que puedo hacer música toda mi vida y poder ser feliz sin necesitar malas experiencias para poder escribir canciones geniales. Creo que se pueden escribir canciones sin estar enojado; pero al mismo tiempo en cada grabación de Evanescence que he hecho, tenía que haber algo complicado para las canciones más profundas. No quiero que eso sea verdad, pero así es.
¿Cómo fue el escribir con la banda?
Mejor de lo que jamás me esperé. Normalmente escribo de una manera muy íntima. Hago la mayor parte sola o hay sólo una persona más creando en una forma muy íntima y personal. Tener a cada uno listo en sus instrumentos es como “Listo, hagámoslo!” Es mucha más presión, y da miedo porque todos tienen que escucharte cuando te equivocas, pero se pasa rápidamente. Es una sensación genial cuando todos comienzan a tocar juntos y a trabajar en ello; y luego eso comienza a crecer. Funcionó muy bien porque los músicos de este grupo son muy talentosos; se hace más difícil cuando hay alguien que no está a la altura o no entiende la música que estamos tratando de hacer; pero todos tenemos una visión similar de lo que queremos que sea Evanescence.
¿Y lo que quieren es…?
Siempre hemos querido que sea apasionado por supuesto, y en gran parte en el lado oscuro. Pero ahora que tenemos historia, se puede escuchar cómo la banda ha crecido. Incluso entre Fallen y The Open Door  hubo diferente influencias; diferentes cosas mías y de la banda que vinieron con los años. Ahora se trata de no temer hacer lo que quieras hacer, aunque sea un placer culpable.
¿Por ejemplo?
El primer single, What you wantes un buen ejemplo, el estilo de verso de la canción es muy entretenido. Hace unos años no habría tenido la confianza suficiente de hacer algo así, habría pensado “Es algo tonto”. Es más pesado que mucha de nuestra música, pero los coros son entretenidos y cortantes, lo cual le da mucha dinámica. Así que parte de la nueva dirección que tomamos es creer en mi misma y no tener miedo de entretenerme con cosas como esas en un nivel musical. La profundidad de nuestra música es una gran parte de lo que es Evanescence, pero ahora hay momentos de claridad y de luz; no es todo oscuro de una manera triste. Pienso que What you Want suena la raja, pero no escucho ni siento esas emociones en Bring me to Life por ejemplo, donde estoy muriendo por dentro. Definitivamente hay muchísimo de eso en la grabación, pero lo mejor de lo que es Evanescence para mí, es la pasión, la profundidad, el significado. Lo que hemos agregado ahora es madurez y creatividad musical.
¿Qué influye en esa madurez?
Ya soy mayor, todos lo somos. Recuerdo cuando era joven y escribía Fallen; en ese tiempo aún estaba descubriendo quién era y cuál era el sonido que queríamos. Ya tengo casi treinta años, y canciones como Bring me to Life y My Immortal las estuvimos escribiendo cuando yo tenía entre 15 y 18 años. Desde ese entonces que he escrito música, y simplemente he adquirido más confianza y eso ha hecho que todo mejore. Solía ponerme todo tipo de restricciones como no cantar con mucho vibrato porque pensaba que no sonaría bien, tenía miedo de desafinarme y todo era difícil siempre. Ahora somos mucho más relajados, y lo estamos pasando bien; no estoy tan asustada.

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