Cuando en 2003 publicaron la canción y el vídeo de Bring Me to Life, los miembros de Evanescence probablemente no imaginaban que con ella unirían a los grupos de chamacos rockeros, poperos y reguetoneros que hasta entonces rivalizaban en las escuelas superiores de Puerto Rico.
De ese efecto aglutinante se percataron la noche del jueves durante su primer concierto en la Isla, aunque ya no son tan chamacos quienes fueron a verlos en vivo al Coliseo de Puerto Rico, en Hato Rey.
“Finalmente nos encontramos. Es hermoso estar aquí por primera vez después de tantos años. Muchas gracias por dejarnos estar en su país. ¡Es hora de divertirnos!”, expresó en inglés la vocalista, Amy Lee, tras cantar Going Under. La también tecladista dijo “muchas gracias” en español ante los eufóricos alaridos de un público mixto que llenó la versión reducida de ese recinto.
Y es que, si bien la vestimenta de la mayoría de los espectadores era negra y su actitud la típica de los chicos “emo”, se podían apreciar “corillos” de jóvenes en ropa casual, colorida, en fin, de todo tipo, la mayoría veinteañeros.
La banda abrió el espectáculo a las 9:48, y desde entonces los gritos, brincos, aplausos y silencios solemnes (¿de respeto, de emoción?) no pararon. Este cuadro pareció alegrar a Amy Lee, Terry Balsamo (guitarra), Tim McCord (bajo) y Will Hunt (batería).
En comparación con lo que muestran en YouTube algunos de los vídeos de sus conciertos, los músicos golpearon con una fuerza excepcional sus instrumentos al tiempo que Amy Lee alzaba su melódica voz. De manera similar, algunos de sus fanáticos, imbuidos en el viaje musical, movían las manos como si estuvieran tocando, lo que provocó, en ocasiones, disgustos entre las personas sentadas en una fila y las que estaban en la de arriba o la de abajo, pues podían recibir codazos.
Además de Bring Me to Life, que es la canción y el vídeo más famosos del grupo, Evanescence compartió sencillos de sus dos discos, Fallen (2003) y The Open Door (2006). Del primero, por ejemplo, se destacaron Going Under, Imaginary y My Immortal, con el que cerraron el show. Del segundo, sobresalieron Weight of the World, Lithium, Calle Me When You’re Sober y Your Star.
Asimismo, la mitad del repertorio se aprovechó para presentar los números del nuevo disco homónimo de Evanescence. Esta producción será puesta en circulación el próximo martes, pero la audiencia boricua pudo saborear por adelantando el metal de temas como What You Want, The Other Side, The Change, Made of Stone, Lost in Paradise, My Heart is Broken, Sick, Oceans y Never Go Back.
Aunque no conocían del todo estas letras, los rockeros parecieron aprobar esta propuesta. La manera de hacerlo no cambió: gritos, brincos, aplausos y silencios solemnes durante la cerca de una hora y 15 minutos que duraría el evento, cuya apertura estuvo a cargo de la muy bien recibida banda puertorriqueña Fall II Rise.
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